Bitacora de vuelo, bitacora de vida.
Te recordamos que en este sitio no presentamos novedades, aquí se busca la trascendencia. Por lo que te invitamos a revisar cada una de nuestras entradas, las cuales no solo han marcado un momento histórico para quienes las concibieron sino que nos ayudan a vislumbrar lejanos horizontes. Bienvenido.
lunes, 22 de diciembre de 2014
martes, 25 de noviembre de 2014
Hoy desperté recordando a Bergman
Existe una vieja historia sobre la catedral de Chartres que fue fulminada por un rayo y quedó arrasada. Entonces miles de personas llegaron desde los cuatro puntos cardinales, como una gigantesca procesión de hormigas, y juntas empezaron a reconstruir la catedral sobre el viejo solar. Trabajaron hasta que el edificio estuvo terminado: maestros de obra, artistas, obreros, buhoneros, nobles, sacerdotes, ciudadanos. Pero todos permanecieron en el anonimato y hasta el día de hoy nadie sabe quiénes construyeron la catedral de Chartres.
Haciendo caso omiso de mis propias creencias y dudas, que carecen de importancia en este sentido, opino que el arte perdió su impulso creador básico en el instante en que fue separado del culto religioso. Se cortó el cordón umbilical y ahora vive su propia vida estéril, procreando y prostituyéndose. En tiempos pasados el artista permanecía en la sombra, desconocido, y su obra era para gloria de Dios. Vivía y moría sin ser más o menos importante que otros artesanos; «valores eternos», «inmortalidad» y «obra maestra» eran términos inaplicables en su caso. La habilidad para crear era un don. En un mundo semejante florecían la seguridad invulnerable y la humildad natural.
Hoy el individuo se ha convertido en la forma más alta y en el veneno más grande de la creación artística. La más leve herida, o el dolor ocasionados al yo, son examinados bajo el microscopio como si fuera cosa de importancia eterna. El artista considera su aislamiento, su subjetividad, su individualismo como si fueran casi sagrados. Y así finalmente nos reunimos en un corral grande donde nos quedamos balando sobre nuestra soledad sin escucharnos los unos a los otros y sin advertir que nos estamos asfixiando unos a otros hasta matarnos. Los individualistas se miran fijamente a los ojos y sin embargo niegan la existencia unos de otros. Andamos en círculos tan limitados por nuestras propias ansiedades que no podemos ya distinguir entre lo verdadero y lo falso, entre el capricho del gángster y el ideal más puro.
I. Bergman
sábado, 13 de septiembre de 2014
sábado, 9 de agosto de 2014
jueves, 3 de julio de 2014
domingo, 6 de abril de 2014
Tankas
Alto en la cumbre todo el jardín es luna,
luna de oro. Más precioso es el roce de
tu boca en la sombra.
La voz del ave que en la penumbra
esconde ha enmudecido.
Andas por tu jardín.
Algo, lo sé, te falta.
La ajena copa, la espada que fue espada en otra mano, la luna de la calle, ¿dime, acaso no bastan?
Bajo la luna el tigre de oro y sombra, mira sus garras.
No sabe que en el alba
han destrozado a un hombre.
Triste la lluvia que sobre el mármol cae, triste ser tierra. Triste no ser los días del hombre, el sueño, el alba.
No haber caído, como otros de mi sangre,
en la batalla. Ser en la vana noche
el que cuenta las sílabas.
J.L Borges
luna de oro. Más precioso es el roce de
tu boca en la sombra.
La voz del ave que en la penumbra
esconde ha enmudecido.
Andas por tu jardín.
Algo, lo sé, te falta.
La ajena copa, la espada que fue espada en otra mano, la luna de la calle, ¿dime, acaso no bastan?
Bajo la luna el tigre de oro y sombra, mira sus garras.
No sabe que en el alba
han destrozado a un hombre.
Triste la lluvia que sobre el mármol cae, triste ser tierra. Triste no ser los días del hombre, el sueño, el alba.
No haber caído, como otros de mi sangre,
en la batalla. Ser en la vana noche
el que cuenta las sílabas.
J.L Borges
viernes, 14 de marzo de 2014
lunes, 10 de marzo de 2014
lunes, 24 de febrero de 2014
viernes, 21 de febrero de 2014
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