LIBRE, la entrevista al director...

¿Cómo surgió la idea de LIBRE? 

Realmente es difícil saber de dónde surge una idea, y en este caso es difícil saber cómo se concibe una película o un cortometraje; definitivamente se debe partir de una idea principal y en el caso de este trabajo podría decir que fue la idea del suicidio. El suicidio siempre me ha parecido un concepto interesante, visto como una idea de equilibrio. La idea es la siguiente; la vida misma resulta una contradicción en la existencia del ser humano puesto que a nadie se le cuestiona sobre sus deseos o intenciones venir a este mundo, y por otro lado es dotado con una capacidad de raciocinio que le permite llegar a conclusiones como la anterior; cuando el ser humano toma conciencia de esta situación entra en una contradicción, podría decirse que adquiere un problema existencial. Y aquí el equilibrio, si nadie lo cuestionó para venir a este mundo, se vuelve justo que él mismo decida irse de este mundo. De esta manera el suicidio se convierte en la decisión que equilibra la existencia del hombre y en este sentido es lógicamente válido. Hay otro elemento que he tenido muy presente desde hace tiempo y que creo que de alguna manera influyó en este cortometraje. Es una canción de Silvio Rodríguez que narra la historia de un soldado que viene regresando de la guerra; en su regreso, acaso camino de una playa, observa fijamente el paso de una gaviota; acto seguido se pega un balazo en la cabeza. En esta canción hay dos cosas que me parecen profundamente bellas para la existencia de cualquier persona y que tiempo después me di cuenta que estaban incluidas en el cortometraje. La primera es este encuentro con la naturaleza y el impacto que causa estar frente a la belleza de lo natural. En este sentido la belleza radica en lo que el hombre no ha tocado y por lo tanto no ha destruido o modificado, estar frente a este tipo de pureza provoca un contraste al interior del hombre. Y en segundo lugar está la idea de la libre elección, la idea de que no existe otro hecho liberador más que la decisión y elección de los hombres. Ante la imperfección del mundo, ante el vacío que implica la existencia, el único acto liberador es la razón llevada a la acción, a través de una elección libre. Sin que esto signifique la felicidad, implica la realización del ser humano como un ser pensante y eso mismo es lo que le da trascendencia. Esto podría tomarse como un posible origen del cortometraje; un poco la concepción del mundo, el interés por ciertas ideas y la influencia de otros trabajos artísticos y estéticos. Creo que la combinación de estas cosas dio como resultado una historia y un trabajo fílmico.



¿De qué trata? 

En esencia es la historia de un suicida, de un hombre que se inserta en la dinámica de conducir un taxi. El corto no explica las razones por las que este hombre se convirtió en taxista, pero si el público es observador se dará cuenta de que hay guiños que permiten intuir que no siempre fue un taxista. El taxi para mí es una metáfora de un constante viaje, los taxistas son personas muy solitarias y desde su vehículo observan ampliamente el mundo, a su manera y con los recursos que ellos tienen. También es la historia de su situación, es un hombre con un pasado y que se da cuenta que no le gusta la vida que está llevando, que acaso no tiene más que decir y decide quitarse la vida después de ser atormentado por estas mismas reflexiones. En una frase, es la historia de un hombre que busca la libertad absoluta.

¿Quiénes estuvieron involucrados?

 El equipo creativo es totalmente multidisciplinario; el cine requiere de diversas visiones, habilidades, talentos y sobre todo ilusiones. De esta manera estuvieron involucradas personas interesadas en la imagen, en las emociones, en la literatura, la música, etc. Pero sobre todo podría decirte que estuvieron involucradas personas con las que sostengo una relación de amistad. Yo soy de la idea de que este tipo de proyectos no son posibles sin una base de honestidad entre las personas que participan en ellos. Al ser colectivas, estas expresiones artísticas requieren creadores conectados por un mismo ideal, y lo único que permite acercarse lo mayormente posible a un ideal colectivo es la afinidad intelectual, emocional, la camaradería y el afecto entre las personas. Yo no soy una persona que esté realizando constantemente un casting para los distintos puestos. Cuando pido la participación de alguien es porque lo conozco, porque veo algo en lo que podemos acoplarnos y veo posibilidades de una amistad. Me gusta trabajar con creadores y no con técnicos.

¿A qué público va dirigido el corto?

En lo personal, cuando hago un trabajo de esta naturaleza no estoy pensando con una dinámica que se le parezca a la planeación estratégica. Creo que tengo perfectamente claro que esto no es un producto que yo pueda vender o comercializar, para mí es algo que me sirve para materializar mis ideas y emociones, y de alguna manera compartir mi visión de las cosas. Creo que cuando empiezas a preocuparte por el público al que está dirigido, dejas de ser un creador en libertad para volverte en un estratega que tiene que satisfacer e identificar las demandas de un público. Eso no quiere decir que el trabajo no vaya a tener un público, más bien quiere decir que el trabajo irá encontrando su propio público; personas que encuentren ciertos valores estéticos, personas que se vean reflejadas en esta propuesta, o alguien que esté interesado en el cine visto como una expresión artística. Entonces para darte una respuesta, desconozco el público al que está dirigido, pero confío en que si lo merece, encuentre sus propios seguidores.



¿Cómo fue el rodaje? 

Bueno debo decir que este rodaje en particular fue complicado y aleccionador, no sólo en la técnica sino en la concepción artística de un trabajo cinematográfico. En lo personal pienso que un rodaje no debería ser la etapa más importante en el proceso de hacer cine; hay que cuidar muchos aspectos técnicos y ser muy precisos en lo que se está haciendo, sobre todo por los recursos que siempre son escasos. Entonces un buen rodaje principalmente te ayuda a no derrochar recursos. Esta era parte de mi concepción de un rodaje, pero en este caso fue diferente, el rodaje fue parte esencial de la propuesta artística del cortometraje. El rodaje fue llevado a cabo en dos partes, puesto que había distintas locaciones y algunas de ellas bastante difíciles de acceder. Además el clima no nos favoreció en los tiempos en los que habíamos planeado y entonces nos fue imposible terminar en el periodo establecido. Ahí comenzaron las complicaciones, porque entonces el grupo se desintegró comprensiblemente debido a sus distintas ocupaciones y compromisos. Fue entonces que me di cuenta de que una propuesta como la que estábamos planteando, iba a ser muy difícil llevarla a cabo de la manera tradicional en la cual se lleva a cabo rodaje. Requería de intimidad y plena libertad en las escenas y eso se traducía en tiempo dedicado al cortometraje, el cual colectivamente era muy escaso. Por lo que tuve que cambiar la estrategia para terminar el levantamiento de imagen. Fue ahí donde se puso a prueba la premisa principal del corto que era que nadie nos estaba apresurando y que todos apelábamos a un ideal, por decirlo así, el ideal de expresarse artísticamente sin otro tipo de responsabilidad. Y bueno, el rodaje se convirtió en una especie de artesanía cinematográfica, trabajando solo con las personas necesarias para cada escena, esperando los tiempos adecuados para grabar hasta que se terminaron todas las tomas planteadas. Fue un rodaje que requirió mucha paciencia

¿Cuánto tiempo has tardado en realizar el corto y dónde se ha filmado? 

Desde su concepción podría decir que nos tomamos ocho meses en su realización. Incluyendo todos los procesos (pre producción, producción y post producción). Desde que fue escrito hasta que fue post producido. Mucho tuvo que ver la manera en cómo se trabajó, como ya lo comente anteriormente. Ocho meses para un cortometraje de 9 minutos aproximadamente. Fue grabado en distintas locaciones del Estado de Veracruz, como la zona montañosa de Misantla, la ciudad de Xalapa y las Playas de Chalchihuecan en Veracruz.

¿Por qué la elección de esos escenarios?

A pesar de que es una historia prácticamente urbana, hay tres escenarios muy importantes y que me resultaba interesante hilarlos en una historia como esta. El hilo conductor me parece que fue su localización, que va desde la alta montaña hasta el nivel del mar, pasando por la ciudad. Es decir, desde el punto más alto, hasta un lugar con altitud cero. Y esto tiene que ver con los extremos, finalmente es una premisa que ronda el cortometraje, el cero y el infinito resultan lo mismo. La nada y el todo, son iguales. La montaña nos pone en una perspectiva particular, nos sitúa en la cima para recordarnos justo en ese punto de magnificencia lo pequeño que somos. La montaña te permite ese impacto que otros lugares no te lo dan, o te lo dan de manera distinta. Es lo que en matemáticas se conoce como el concepto de “ínfimo”, que viene siendo en palabras llanas, el menor de los máximos. Por otro lado el mar es una imagen muy poderosa, evoca conceptos como el origen, la profundidad, y sobre todo la inmensidad. También es una fascinación por el escenario Mexicano, un escenario sumamente diverso y que al mismo tiempo determina la personalidad compleja de los habitantes de esta región del mundo.

¿Cuál es tu escena preferida? 

No es que tenga una escena preferida en el cortometraje, pero me agrada mucho la parte cuando el hombre es llevado a un panteón por unas señoras de apariencia muy mexicana. Lo sacan de la ciudad y lo llevan a un pueblo para visitar un panteón, el taxista no esperaba llegar a un lugar así. Acaso en ese momento sea un momento especial en el personaje, tal vez confirma sus ideas suicidas. Me gusta mucho la atmosfera de esa escena, pienso que el mexicano tiene un gran apego por las cuestiones ligadas al campo, que a su vez está directamente relacionado con la tierra. Los panteones mexicanos son preciosos.

¿Qué tanta complejidad tuvo el grabar en locaciones abiertas y por qué? 

Siempre es complejo grabar en espacios abiertos debido a que se pueden controlar muy pocas cosas, a diferencia de un espacio diseñado o cerrado. Pero por otro lado podría decir, que la complejidad de grabar en un espacio abierto es directamente proporcional a lo interesante que se vuelve grabar en estos espacios. Se parte de la idea de que ya existe una realidad y que no es peor que la que podamos reconstruir o controlar. En este sentido la idea principal es la adaptación, que tiene que ver justo con la mirada de un cineasta y su capacidad para abstraer la realidad y traducirla mediante el plano cinematográfico. Y justo ahí lo interesante, es un trabajo que comienza desde el scouting, la planeación de los emplazamientos, etc., donde cobran importancia las aptitudes de localización y perspectiva, para poder encontrar prácticamente en cualquier lugar, un verdadero plano cinematográfico que no se vea improvisado o sucio. Es un constante reto para el director y el fotógrafo, pero un reto muy interesante que se debe practicar una y otra vez. Estamos en esa búsqueda.

¿Cómo se trabajó la composición de los personajes? 

Desde un punto de vista particular, la conformación de un personaje en el cine está dada por la película en su totalidad. Los personajes más interesantes en el cine no son los más extrovertidos, o aquellos cuyas participaciones contengan grandes diálogos (literarios o coloquiales), sino aquellos que responden de manera particular a la situación que la película les plantea. El cine de alguna manera es también el arte de las situaciones, a diferencia de otras actividades artísticas el cine se basa principalmente en la selección de momentos y estos son justamente los que determinan al personaje. Entonces pues más o menos se conoce quien es el personaje, a que se dedica, etc., pero eso no es realmente lo interesante sino los momentos de su vida que se han seleccionado y la manera en cómo va a responder a ellos, como va a enfrentar aquello que lo rodea dentro del universo que es la película. De esa manera es como se forma un personaje, en este caso las cuestiones como el backstory, el punto de partida, el tren de pensamiento, etc., de poco sirven. Se busca más que nada un momento psicológico que le permita responder a la situación planteada.

Cuéntanos algo sobre los actores, ¿Quiénes son y por qué esta elección? 

En general los actores tienen una sola  necesidad y esta suele ser bastante grande, la necesidad de ser vistos. No he encontrado un actor que se detenga a pensar en los conceptos de lo real  y la realidad, y esta carencia arroja una serie de expresiones artísticas poco honestas y en general poco interesantes. En particular me desagradan mucho este tipo de actores viscerales en los que por más que uno se esfuerce en la búsqueda, no se percibe ni el rastro de una idea en su mente y en consecuencia en su expresión. En este caso el personaje principal es interpretado por Javier Barria, que tenía mucho tiempo que conocía su trabajo como actor de teatro y comediante, pero no lo conocía en persona. Más que observar sus cualidades histriónicas, que las tiene y muchas, me pareció un actor inteligente. Javier está dedicado a la comedia, y eso lo ha vuelto muy agudo en la comprensión de conceptos. Por otra parte pienso que un comediante en el fondo es alguien bastante serio y culto, aunque en su actividad lo niegue todo el tiempo; un comediante no puede ser solo un tipo carismático que se pare a contar chistes en un escenario, el comediante debe ser una persona con profundos conocimientos de las estructuras dramáticas, narrativas y de la cultura de una sociedad, creo que por eso no cualquiera es apto para la comedia. Sin duda Javier reúne estas cualidades y creo que por eso nunca dude que pudiera realizar un trabajo “dramático-psicológico” por así decirlo, y el método fue únicamente el de conversar; de compartir referencias literarias, cinematográficas, musicales, discutir visiones artísticas, etc. Él es alguien con quien se puede conversar, y eso me parece es el 80% del trabajo de un actor, lo demás es una simple labor coreográfica.


 Eres el guionista, además de su director; ¿Qué te ha aportado a ti personalmente?

 Las ideas nos atormentan; una vez que llega una idea es muy difícil sacarla. Se convierte en una obsesión, en una manía y uno se inserta prácticamente día y noche en el proceso de traducirla, de encontrar las palabras, el orden y la expresión adecuada para explicarla. En este caso eran demasiadas obsesiones y decidí expulsarlas mediante un trabajo audiovisual. Entonces en el momento que inicié el proyecto, era prácticamente una necesidad. Y el aporte fue una liberación personal y la satisfacción de haberle podido dar un orden a las ideas (estéticas e intelectuales) que tenía en la cabeza.

¿Manejas varios símbolos o metáforas, dinos qué quieres dar a entender con la escena de la playa? 

 Algo que me llamaba mucho la atención es la idea del desprendimiento; la idea de que las cosas no volverán a ser igual nunca más; pueden acaso renacer, volver a existir, pero nunca serán igual que antes y eso significa una pérdida. Es en esencia el hecho de la muerte.

¿Cuál es la proyección que le quieres dar al cortometraje?

 El corto tendrá que ir encontrando su propio público, me interesa sobre todo que la gente le dé una oportunidad, que lo reciba, y que lo aprecie. Supongo que tendrá que probar suerte en algunos festivales y también realizaré alguna presentación para los amigos y para el público interesado. No me he puesto a pensar mucho en el camino que tome el cortometraje, más bien pienso que si a la gente que lo mire le permite contarse a sí misma su propia historia, le provoca un sentimiento, una reflexión o un comentario, yo estaría tranquilo.

Mannel Grosso ; Višegrad, República Srpska, año 2013