Bitacora de vuelo, bitacora de vida.

Te recordamos que en este sitio no presentamos novedades, aquí se busca la trascendencia. Por lo que te invitamos a revisar cada una de nuestras entradas, las cuales no solo han marcado un momento histórico para quienes las concibieron sino que nos ayudan a vislumbrar lejanos horizontes. Bienvenido.

lunes, 24 de octubre de 2011

O soave fanciulla- Rolando Villazon & Anna Netrebko






Rodolfo expresa sus sentimientos hacia Mimì. Ha caído profundamente enamorado de ella. Muy tímida, ella contesta con sorpresa para él, que le encantaría salir con él y sus amigos, aunque hace mucho frio en la calle. Conforme salen juntos dicen “amor”.


Rodolfo:

Oh, pequeña dulce muchacha,

Oh, dulce visión,

con la luna bañando tu bonita cara,

En ti veo

El sueño que siempre quise soñar!

Mimì

Ah! Tú mandas, amor!

Rodolfo:

En lo profundo del alma...

...La dulzura extrema

Mimì:

Tú solo mandas, amor!

Rodolfo:

En lo profundo del alma...

...dulzura extrema, etc.

En el beso se estremece el amor!

Mimì:

Oh, qué dulcemente descienden

sus dulces palabras al corazón,

Sólo tu mandas,

amor!

No, por piedad!

Rodolfo:

Eres mía ahora!

Mimì:

Tus amigos siguen esperando.

Rodolfo:

Ya me echas?

Mimì:

Quisiera decirlo... pero no me atrevo...

Rodolfo:

Di...

Mimì:

Y si fuera con vosotros?

Rodolfo;

Qué? Mimì!

Sería mejor que te quedases aquí.

Hace frio fuera.

Mimì:

Estaré junto a ti!

Rodolfo:

Y cuando volvamos?

Mimì:

Curioso!

Rodolfo:

Dame el brazo,mi querida muchachita.

Mimì:

Obedezco, señor!

Rodolfo:

Di que me amas.

Mimì:

Te amo.

Juntos:

Amor! Amor! Amor!

jueves, 20 de octubre de 2011

Los Justos

Un hombre que cultiva un jardín, como quería Voltaire. El que agradece que en la tierra haya música.
El que descubre con placer una etimología.
Dos empleados que en un café del Sur juegan un silencioso ajedrez.

El ceramista que premedita un color y una forma.
Un tipógrafo que compone bien esta página, que tal vez no le agrada

Una mujer y un hombre que leen los tercetos finales de cierto canto.

El que acaricia a un animal dormido.
El que justifica o quiere justificar un mal que le han hecho.

El que agradece que en la tierra haya Stevenson.
El que prefiere que los otros tengan razón.

Esas personas, que se ignoran, están salvando el mundo.


Jorge Luis Borges

miércoles, 19 de octubre de 2011