Bitacora de vuelo, bitacora de vida.

Te recordamos que en este sitio no presentamos novedades, aquí se busca la trascendencia. Por lo que te invitamos a revisar cada una de nuestras entradas, las cuales no solo han marcado un momento histórico para quienes las concibieron sino que nos ayudan a vislumbrar lejanos horizontes. Bienvenido.

jueves, 23 de agosto de 2012

Creencia Flamenca

Crueldad

Creo en la crueldad de los siglos y en las noches que no han salido de mi mente. En el niño que no encuentra espanto.

 Ambición

Miro a la luna cuando suena una guitarra; un gallo me recuerda lo que ando buscando.

Dureza

Aquella mañana nació el mito que me creo en perfección. Habíamos llorado y reído toda la noche

Valentía

Creo en el coraje de los hombres, mayor a miedos y perdón. Creo en el buscar tener…

Cine

Creo que en tus ojos se pudo ver el universo. También vi la historia del mundo debajo de un harapo.


Oikos

Tome esa espada y salí a matar a todos sus detractores. Pague una deuda mientras amaba a una mujer.


Recados

Creo en ese número que esta al pie de página. Que lógicamente lo desfragmento para contar tu historia.


Toros

 En que por alguna extraña razón no encontré mi cantina. En un boxeador con guantes rosas que se sabe inútil. Que nos sudan un poco las manos


El No Dios

Que no tengo elementos para identificar ese movimiento. tal vez sea por que abrí los ojos en el momento justo.


Sueños

En el poema que escribí frente a una bandera argentina. Que en el menor número de palabras está contenido algo mayor a todo lo demás.


Creo que vuelvo a ser yo…





Faeton G. Echevarria

miércoles, 22 de agosto de 2012

Te miro y tiemblo...

El albatros

Por distraerse, a veces, suelen los marineros
dar caza a los albatros, grandes aves del mar,
que siguen, indolentes compañeros de viaje,
al navío surcando los amargos abismos.

Apenas los arrojan sobre las tablas húmedas,
Estos reyes celestes, torpes y avergonzados,
Dejan penosamente arrastrando las alas,
Sus grandes alas blancas semejantes a remos.

Este alado viajero, ¡qué inútil y qué débil!
Él, otrora tan bello, ¡qué feo y qué grotesco!
¡Éste quema su pico, sádico, con la pipa,
Aquél, mima cojeando al planeador inválido!

El Poeta es igual a este señor del nublo,
Que habita la tormenta y ríe del ballestero.
Exiliado en la tierra, sufriendo el griterío,
Sus alas de gigante le impiden caminar.


Charles Baudelaire

lunes, 6 de agosto de 2012